El viento tan fuerte que hemos sufrido este fin de semana ha hecho caer el gran ciprés que estaba delante de nuestra clase mágica. ¡Qué lástima, pobre árbol! A todos nos ha sabido muy mal. Pero qué le vamos a hacer... dicen que de algo malo a veces se obtiene algo positivo. En este caso, la desaparición del ciprés nos ha regalado una preciosa vista, podemos ver el horizonte del mar y en el interior de la clase hay más luz natural.
martes, 17 de marzo de 2009
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