
¡Qué pasada! Hemos utilizado el mismo cemento blanco que usan los albañiles para hacer las casas. Nos hemos mirado al espejo y nos hemos observado con mucha atención. Después, hemos extendido sobre una baldosa la pasta que se ha formado mezclando el cemento con agua y hemos dibujado, rascado y hemos hecho un pequeño relieve de nuestra cara.
¡El resultado es magnífico! Nos hace pensar en los autorretratos de Picasso.
1 comentario:
Me está encantando tu blog!!!!
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