Adrià, de quinto, ha intentado fabricar un coche. El proyecto tiene buena pinta. Para construirlo sólo ha usado material de rechazo. La propulsión del coche funciona con una hélice de plástico y una goma elástica. Aun así, se debe solucionar algún "problema técnico" para que su invento pueda funcionar correctamente, pero al menos estamos seguros de una cosa: cuando su coche circule por la escuela, ¡no contaminará lo más mínimo! ¡Perfecto! ;-)
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